No hay dos trabajos iguales en el sector de la construcción: cada uno conlleva sus propios retos financieros. Gestionar estas complejidades exige algo más que una contabilidad básica.
Ahí es donde entra en juego la contabilidad de costes de obra. A diferencia de la contabilidad estándar, la contabilidad de costes de obra controla todos los gastos relacionados con un proyecto (mano de obra, materiales, gastos generales, etc.) y ofrece la precisión necesaria para garantizar la rentabilidad.