Beneficios no distribuidos
Los beneficios no distribuidos son una poderosa medida financiera que ayuda a impulsar la reinversión, el crecimiento y la salud financiera de una empresa.
Comprender lo esencial
En pocas palabras, los beneficios no distribuidos (RE) reflejan los beneficios acumulados de una empresa después de contabilizar los dividendos pagados a los accionistas. Ayudan a revelar la salud financiera de una empresa y son seguidos de cerca por los accionistas que quieren asegurarse de que sus inversiones están produciendo crecimiento y éxito a largo plazo.
La forma de utilizar los beneficios no distribuidos suele decidirla la dirección de la empresa, pero los accionistas pueden influir en la decisión mediante un voto mayoritario. Aun así, la mayoría de los equipos directivos y accionistas coinciden en que los RE deben reinvertirse en la empresa.
Algunos ejemplos de reinversiones son el lanzamiento de nuevos productos, la compra de equipos adicionales, la adquisición de nuevas asociaciones, el avance de la investigación y el desarrollo o el pago de la deuda. Algunas empresas también optan por recompensar a sus accionistas con dividendos adicionales u ofrecen recompras de acciones, mientras que otras dejan que el RE se acumule, contribuyendo a su patrimonio global.
Si se hacen bien, estas inversiones dan lugar a un saldo positivo de beneficios no distribuidos, lo que suele equivaler a rentabilidad. Si no se hacen bien, el saldo de los beneficios no distribuidos es negativo, lo que indica una posible crisis financiera. Para los inversores, prestamistas y accionistas, saber que una empresa puede pagar los gastos de capital, investigación y desarrollo, deuda, etc., inspira confianza en la empresa y les asegura que sus inversiones se gestionan con sensatez.