P. Cutajar & Co. Ltd. es una empresa familiar que ya va por su 5ª generación. P. Cutajar & Co. Ltd. es uno de los líderes del mercado de distribución de productos de gran consumo. También opera en el sector minorista con 7 tiendas en Malta, que tiene unos 500.000 residentes.
La empresa gestiona más de 3.000 productos de marcas conocidas, todos ellos con distintos requisitos de manipulación e información. La empresa opera en estas áreas principales:
- Confitería
- Bebidas y licores
- Vino y cerveza
- Alimentos y congelados
- Artículos no alimentarios, como productos de limpieza doméstica
"Todo ello plantea una serie de retos logísticos", afirma Clyde Attard, Director de Ventas de División de P. Cutajar & Co. Ltd.
La empresa emplea a 90 trabajadores a jornada completa. Sus ventas anuales ascienden a unos 26 millones de euros. En el pasado, la empresa utilizó varios sistemas anticuados e improvisados para gestionar el negocio durante los últimos 20 años. Un mosaico de diferentes programas informáticos de fabricación local gestionaba los pedidos, la logística y otras funciones, mientras que las finanzas se alojaban en otro sistema completamente distinto, explica Attard.
"Teníamos muchos problemas, principalmente la falta de información necesaria para la toma de decisiones", afirma. "Los programas informáticos dispares creaban mucho trabajo doble, desperdiciaban recursos, eran incoherentes y ofrecían distintas versiones de la verdad".
Hace tres años, P. Cutajar & Co. Ltd. adquirió una empresa de una cuarta parte de su tamaño que, con sus propios sistemas, agravó los retos de la empresa. Los flujos de trabajo manuales y basados en papel para gestionar la información de un sistema a otro hacían perder mucho tiempo y recursos.
La falta de datos precisos frenó el crecimiento
Sin una única versión de la verdad, el equipo trataba constantemente de averiguar en qué conjunto de cifras podía confiar y dedicaba un tiempo valioso a conciliarlas. "Hacer crecer la empresa era prácticamente imposible sin datos precisos", afirma Attard.
En compras, por ejemplo, un pedido se introducía manualmente en tres sistemas diferentes. Cuando se realizaba una entrega, había que conciliar las facturas con las entregas, conciliar el efectivo para los pedidos contra reembolso y conciliar las existencias si había devoluciones. "Todo esto era manual, conllevaba muchos esfuerzos y causaba bastantes problemas", afirma Attard.
Poco después de adquirir la otra empresa, "nos dimos cuenta inmediatamente de que había demasiadas discrepancias en nuestro sistema", dice.
Además, el sistema de pedidos de venta de la empresa, instalado en tabletas, tenía varios problemas y estaba llegando al final de su vida útil.